Si hablamos de su director, Richard Cutis, hablamos de grandes éxitos como Cuatro bodas y un funeral, la saga Love Actually, ya recomendada en este blog. Estos son sólo algunas de las producciones más famosas de este guionista y director que ahora os presento con su trabajo Radio Encubierta (2009). Una película poco conocida, pero un pequeño tesoro musical.
La historia está centrada en la década de los ‘60, sin duda alguna la época del mejor pop inglés. La BBC sólo emitía dos horas de rock a la semana, pero las radios piratas inundaban el país con rock y pop 24 horas al día. Y más de la mitad de la población, escuchaba cada día a estos piratas. La base de la película comienza cuando Carl acaba de ser expulsado del colegio, y su madre decide que pase algún tiempo con su padrino Quentin. Pero da la casualidad de que Quentin es el jefe de” Radio Rock”, una emisora pirata instalada en un barco en el mar del Norte, formada por un extraño grupo. El problema viene cuando estas emisoras llaman la atención del ministro Dormandy, que decide ir a por esos ilegales. En una época en la que el control juvenil está al orden del día, Dormandy no deja pasar la oportunidad, beneficiosa políticamente. La aprobación del “Acta de Infracciones Marinas” es una buena excusa para acabar con los piratas y su influencia en el país. El resultado es, literalmente, una tempestad en alta mar. Los seguidores de la emisora se echan al mar a medianoche en una operación de rescate para salvar a sus héroes. Pero el rock and roll nunca muere.
Recomendable para los que busquen historias de amistad y buena música, especialmente para los amantes del rock. Si el director consigue algo es que te sientas parte de la embarcación. Quizás su excesiva duración, de unos 130 minutos, y sus demasiados frentes argumentales hacen que la película pierda fuelle con momentos repetitivos. Pero si algo convierte a esta película en recomendable es la calidad en determinados aspectos de la misma.
La banda sonora de esta comedia inglesa (que no americana, puntualización a tener en cuenta) es gloriosa. Inunda toda la cinta de nostalgia y emoción. Además, cada protagonista tiene su propia lista de canciones en función del rol que le corresponde en la película. Todas las canciones están montadas con relación a lo que pasa. Por ejemplo, todos los nombres de las chicas que aparecen se eligen para que haya una canción sobre ellas. En otras ocasiones, la letra dice cosas que se relacionan con lo que está ocurriendo. La pena es que esas letras no están subtituladas.
A esto se le suma que los actores están inmensos con un excelente reparto formado por Bill Nighy (“Underworld: la rebelión de los licántropos“), el capitán del barco y jefe del equipo, Philip Seymour Hoffman (“La familia Savages”), Nick Frost (“Arma fatal”), Rhys Ifans (el cachondo compañero de piso de Hugh Grant en “Notting Hill”), Kenneth Branagh y un pequeño cameo de Emma Thompson, entre otros.
Es una película que desprende buen rollo y donde la música es el corazón de la misma. No hay que verla como más allá de lo que es: un homenaje a los años 60, original y para pasar el rato.
Y es que además de la ya nombrada banda sonora y los sobresalientes actores, poco cabe destacar de una película que no perdurará en nuestra memoria como una de las mejores pero que, sin embargo, consigue entretenerte como pocas.
Tráiler:
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