Por determinados problemas, hoy se publicará la recomendación de la serie, y mañana se hará la recomendación del libro.
Friends, Cómo conocí a vuestra madre… estas son dos de las sitcoms que han marcado el panorama televisivo y que han servido de ejemplo para nuevas copias de series. Algunas buenas, otras no tanto. Una de las series que ha llamado a la comparación con, especialmente Friends en el tema y con CCAVM en la forma, es FINALES FELICES.
Esta serie, halagada y criticada por igual, está a la espera del comienzo de su tercera temporada. Comienza cuando una chica, Alex, deja a su novio Dave en el altar al no sentirse preparada para el matrimonio. Prototipo de una comedia romántica, esta serie no se centra en esta trama, sino que la toma como base de partida para explicar qué sienten ambos y particularmente su grupo de amigos en común. Es así que lo que se puede encontrar en Finales Felices es la convivencia entre un grupo de amigos que viven situaciones alocadas que hacen sacarte alguna que otra carcajada.
Las comparaciones son odiosas. Los personajes pueden ser relacionados con la mítica serie de los 90, Friends. De hecho, algunas escenas a lo largo de la segunda temporada no solo confirman el parecido, sino que da la sensación de que los guionistas de Finales Felices han decidido hacer un homenaje a los amigos de los noventa. De hecho, en la segunda temporada, en el capítulo especial de San Valentín, uno de los personajes, Brad, tras ir al dentista confunde a sus amigos con los de Friends: a Dave le cambiará el nombre por Ross, a Alex la llamará Rachel, a Penny, Phoebe, se referirá a Max como Joey y se dirigirá a su esposa con el nombre de Mónica. A pesar de todas las referencias, Finales Felices sabe jugar con ellas para mantener su marca de identidad. De hecho, ha sido muy importante el cambio que a principios de temporada el director, David Caspe, ha realizado: los primeros capítulos indicaban que todo giraba –erróneamente- en torno a la ex pareja del mismo modo que muchas sitcoms que fracasaron, pero han sabido aprovechar a sus personajes para contar en cada capítulo el día a día de todo el grupo.
Otro de los puntos fuertes de esta serie son los personajes. La combinación de todos. Las carencias de uno se compensan con las virtudes de otros para formar un grupo compacto y totalmente compatible. Además, los guionistas han sabido seguir otro camino en la definición de cada personaje que se saliera de los tópicos. Por ejemplo, Max, el amigo homosexual se presenta como una persona egoísta, poco habladora. Alex y Dave están siendo interpretados por Elisha Cuthbert y Zachary Knighton, dos actores propios de los dramas que tardan más en acoplarse a la temática cómica a la serie, pero que a la vez ayuda a no sobrecargar la serie. El mejor personaje es Penny, una chica divertida rodeada de situaciones cargadas de humor. La pareja, Brad y Jane, no se queda atrás, y con su vida alocada se complementa a la perfección. Los actores están perfectamente identificados y realizan su papel con confianza, lo que nos regalará buenos momentos de risas y mucho entretenimiento. Finales Felices es una ocasión para descubrir a los quizá no tan conocidos Eliza Coupe , Damon Wayans Jr, Adam Pally y Casey Wilson.
Uno de los problemas de esta serie no tiene nada que ver con la misma: los episodios de la primera temporada se emitieron de forma desordenada.
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